miércoles, 25 de febrero de 2009

Una vecina 10 puntos

A veces uno descubre cosas en base a la curiosidad, otras por simple casualidad, sin embargo, sin importar la la forma, uno las recuerda toda la vida.

A principios de los 90, solía salir con los amigos de barrio (todos púberes aun) simplemente a pasar el día en la calle. Una noche de verano, una vecina llegó de la playa en su carro. Patty, tenía 26 años y para envidia de otras vecinas, poseía un cuerpo escultural con el que pudimos deleitarnos esa noche, porque llevaba simplemente un bikini y un pareo. Bajó a abrir su puerta y nuevamente al subir al carro, este no arrancó más. Inmediatamente nos acercamos a ayudarla a empujar el carro para guardarlo, y no se podrá negar que entre los que estuvimos ahí, se traslució más de una erección  a través de los shorts y buzos, que difícilmente  lograron ocultar lo que la vista permitía ver en tal magnitud. Inmediatamente después, todos quienes vivían al frente de la vecina entraron a sus casas. Sin mucha gente en la calle decidí entrar a la mía. 

Aproveché la casa vacía y subí a la azotea para fumar un cigarro y evitar que el humo se quede en la sala. Observé movimiento en otras azoteas, inmediatamente boté el cigarro y me escondí creyendo que algún vecino mayor me vería. Para mi sorpresa vi que desde 2 azoteas, los chicos, también agazapados, se acomodaban en la oscuridad. Y sorpresa!!!, entendí cual era el apuro para entrar a sus casa. Cada vez que la vecina llegaba a su casa, los chicos sabían que la vecina iría su cuarto. Patty tenía la costumbre de no cerrar completamente sus cortinas y mas aún con el calor del verano. Ante tal descubrimiento, quise ser partícipe del espionaje, pero mi azotea no tenía una ubicación privilegiada (en diagonal a la vecina, lejos del frente), así que maldecí el no contar con una mejor ubicación. 

De pronto, como justicia divina por portarme bien en la niñez, unos niños tocaron su timbre y se fueron corriendo. Ella se acercó a su ventana y se cubrió con la cortina solo para observar. Desde el lugar que yo estaba fui el más privilegiado, ya que pude ver todas las curvas de Patty sin nada encima. Habrán pasado un par de minutos que fueron una eternidad para mí, un logro inesperado: había logrado ver a un cuero totalmente desnuda!. Después de aquel día  entendí que Patty no era la única en ser espiada, cada grupo tenía registrado todos los movimientos de las chicas de la cuadra. Fue así que haciéndose de conocimiento público, durante las siguientes semanas, los avistamientos obtenidos día a día fue motivo de conversaciones, y hasta que los más osados obtuvieron filmar sus avistamientos. Ese fue el punto más alto de esa época voyeur púber. Luego de aquellas semanas, bajó el interés por ver a las vecinas, y por lo que tengo entendido, ninguna vecina se enteró de dicho espionajes. Por el contrario, siguieron con sus costumbres cotidianas que eventualmente eran comentadas por alguien que había presenciado algo. Patty continuaría sin cerrar sus cortinas y vistiendo ropas muy ligeras o simplemente nada… hasta que algunos años después, tuvo una discusión con otra vecina que le increpó su costumbre sobre las cortinas abiertas, ya que había descubierto al esposo observándola por la ventana. 

Patty ahora en la base 4, es madre soltera y aunque ya no tenga las ventanas abiertas, siempre ha sabido lucir lo que tiene. Y aunque siempre nos hallas visto como a unos niños, ojala algún día sepas que hace 17 años, fuiste motivo de transición de muchos niños a púberes en la cuadra, fuiste el sueño húmedo de muchos de nosotros, que le bajamos las llantas al auto de la vecina que hizo que cerraras tus cortinas, y que fuimos nosotros quienes rayamos el carro del papá de tu hija cuando supimos que sacaba los pies del plato.

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